Me gustaría comentar un poco la visión que tenemos la mayoría de los estudiantes respecto a las lecturas obligatorias.
Como toda persona sabe, leer es fundamental, puesto que nos aporta conocimientos y nos moldea la personalidad. Es preciso transmitir a los niños, ya desde muy pequeños, el placer por la lectura, el leer como una manera de divertirse. Sin embargo, a lo largo de mi vida escolar me he dado cuenta de que pocas personas saben hacer esta labor.
Creo, es esencial que la familia, como primer eje inculque esos valores por la lectura, anime, recomienden lecturas y acompañen en ellas para que los niños tengan una visión positiva de esta actividad.
¿Alguna vez nos hemos planteado porque aborrecemos la lectura obligatoria? Esos libros que nos han perseguido a lo largo de nuestra formación académica y que aunque no te gustaran tenías que leerlos porque de ahí se reflejaba tu aprobado o tu suspenso. Pues, yo me lo planteo y pienso que es triste hacer aborrecer un libro a un niño, porque ello conlleva que aborrezca la lectura. Creo que como futuros maestros, debemos plantearnos como transmitiremos el placer por la lectura, como haremos para que los niños disfruten leyendo relatos.
Si echo una mirada al pasado he visto profesores que no han sabido crear el vínculo de lectura- lector, creo que un buen profesor si quiere acercar de una manera positiva los libros a los niños, debe hacerlo de la mejor manera posible, a través de una buena presentación y la mejor de sus sonrisas. Es la maestra quien debe crear un espacio adecuado, un clima acorde y expresar las palabras correcta hacia la presentación de una lectura obligatoria. Pienso, que los niños verían con otros ojos la propuesta que se les plantea.
Una ayuda que veo factible es la utilización del booktráiler. A través de él los niños pueden verse más motivados a leer lo que el video les muestra. Por supuesto, debemos aclarar que el booktrailer no les desvela todo lo que ocurre en el libro, pero si da la intriga que todo muchacho necesita para verse motivado hacia la lectura. Debemos buscar esa motivación que el niño necesita para leer todo tipo de libros.
Pienso, que trabajar el aspecto de la buena presentación hacia una lectura obligatoria, generaría una visión más positiva de los lectores del silo XXI y nos convertiríamos en lectores con gran criterio para decidir si un libro lo queremos leer o no.
En conclusión, me reitero diciendo, que es fundamental que la familia aporte esa motivación por la lectura libre en sus hogares, y por otro lado, pero de manera complementaria, que los maestros hagan que perdure esa estimulación en los niños a través de una selección de libros que tenga presente los gustos de los muchachos.
LAURA ARRUEGO VILALTA
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