jueves, 31 de octubre de 2013

Pippi Calzaslargas. ...¿La historia al revés?.


PAULA BAILÓN GORMEDINO
La verdad que en lo último en lo que pensaba es que en clase íbamos a leer un libro que tratase el mundo infantil desde lo que realmente es, desde un mundo de ilusiones y de fantasía y sobre todo,  desde el mundo que los niños vivirían si los adultos les dejaran.
Otra de las cosas que más impresiona es que esa niña de coletas naranjas, de pecas rojizas y de vestimenta algo circense  es que representase al infantil revolucionario, al que no sigue unas leyes ni unas normas establecidas y mucho menos está dispuesto a seguir cánones sociales,  Pippi representa a un niño natural. Todo lo contrario a la vida de un niño que viva con sus padres.
El libro tiene diversas lecturas. Por un lado están las emocionantes aventuras de Pippi, Tommy y Annika, la parte interesante y que engancha con los más pequeños, y por otro el trasfondo social y psicológico de la protagonista que llegó a ser acusado de cruel (por vivir sola), irresponsable y anarquista por hacer siempre lo que creía oportuno, algo que no siempre entendió ni aceptó la crítica.
No obstante es un libro inteligentísimo, con un humor pocas veces visto en un libro infantil y que puede ser degustado perfectamente por niños como por adultos.
Es un libro que muestra una libertad completa en la que los juegos y la magia no tenían final, no existe la expresión “no se puede”. No hay bosque que no se pueda transformar en un lugar de ensueño, no hay rincón que no pueda ser un barco, y no hay ríos demasiado caudalosos como para no cruzarlos, ni cielos tan altos como para no sobrevolarlos. Inventa palabras nuevas, improvisa juegos, muestra su magia y conduce a sus amigos a todo tipo de aventuras y bien... ¿todo esto por qué? porque  no es nada más que una ... niña.
 En resumen, de Pippi mana libertad, espontaneidad y frescura a raudales y para los niños es algo extraño solo por el simple hecho de que ellos no pueden hacer esas cosas, no porque no sean niños, si no porque viven en una sociedad que de alguna manera les oprime y nos les deja hacer lo que hace Pippi, por eso algunos la tratan de "loca" o "revolucionaria sin causa" sin darse cuenta de que si no fuese por los adultos, todos los niños serian "Pippi".
PAULA BAILÓN GORMEDINO

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